domingo, 27 de marzo de 2011

Leyendo ...




Tengo una mala costumbre, que digo mala, pésima costumbre, que digo pésima, estúpida costumbre, no, esperen, no es estúpida, es solo pésima ... sí, pésima costumbre.
La situación es ésta. No me considero una persona que lea demasiados libros, ni tampoco alguien que pase horas y horas leyendo y cultivándome, no. Creo que en promedio leo de 8 a 10 libros al año (en los últimos 4 años y sin contar e-books), y van desde esos que en un fin de semana me los termino de principio a fin, hasta aquellos que a primera vista dan hueva nada mas de ver su grosor. No acostumbro un género literario en específico, ya que entro en la categoría de aquellos que compran lo que mas les llama la atención de la estantería en el momento de la visita, aunque ultimamente me he encaminado mas por el género novelista, como sea.

Entonces cual es el problema?
Pues que solo como un 20-25% de mis lecturas las termino. Soy poseedor de una pésima costumbre de abandonar la actual  lectura en favor del nuevo libro adquirido, lo que me ha llevado a tener actualmente una docena de libros empezados y contando. Una situación que personalmente me incomoda pero por la que no hago nada al respecto.
Mas aún, esta pésima costumbre la traslado también a otros ámbitos como el cine (películas que las he visto inconpletas a pesar de tener una buena trama), música (albums que he escuchado incompletos y por los que juro regresar a terminar de escuchar las últimas pistas), videojuegos (mismo caso) y otros muchos proyectos que tengo detenidos por dedicar mi tiempo libre a medio consumir mis mas recientes adquisiciones. Fuck.

Lo que mas me incomoda es que en el caso de los medios digitales no tengo ningún remordimiento, pues estoy mas que convencido que los mercados están sobresaturados y no es posible (aunque quiera) dedicarles tiempo suficiente para consumirlos por completo. Los libros es otro caso, debido a que no acostumbro buscar referencias antes de hacer una compra como pasa con el resto de mis hobbies, esta decisión se basa enteramente en lo que podría describir como un amor a primera vista (amor al título, amor a la portada, amor a la temática ofrecida, amor a la redacción que aprecio luego de una breve ojeada, todo en conjunto). Y aunque estoy consiente de que hay una gran probabilidad de toparme con obras sosas o mediocres, la verdad es que he tenido un acertado tino en lo que se refiere a mis últimas 20 o 30 compras, todas ellas han sido lectura de gran calidad.
Es por esto que no me agrada mi pésima costumbre de dejar inconclusos cuando se trata de lectura, ya en varias ocasiones me he tenido que regresar a leer desde el principio (aún cuando estoy acercándome al final) ya que debido a que abandoné por un período prolongado de tiempo su lectura, al retomarla en ocasiones ya ni recuerdo bien los detalles de la trama.

En este momento volteo a ver mi pila de libros incompletos y hago un (falso?) compromiso de terminar de leer 2 por cada nueva compra, con la esperanza de terminar el año sin esa fea torre de páginas que simbolizan mi pésima costumbre de dejar las cosas a medias para satisfacer una tonta idea consumista.

Update  03 de Abril
Ya terminé de leer Fausto de Goethe   : )

miércoles, 23 de marzo de 2011

Quien puede igualar a Japón?

Después de tanta información derivada de las catástrofes que han impactado a Japón, después de tanto amarillismo de la prensa sensasionalista de los medios locales y sobresaturación de opiniones respecto al tema, me topo con este video que explica de manera simple la situación actual en aquel hermoso país.
El video busca claramente entregar de manera digerida la información a los infantes de aquella isla, y que manera mas clara y comprensible que con una animación que involucra diseño de personajes bastante ... como decirlo ... japoneses, y que deja claro (incluso para mí, que hace años no hablo de protones, neutrones, fusiones, etc.) como se está procediendo en este momento para contener la situación.

*No tiene pierde el comparativo con Chernobyl.


Nosotros tendemos a sentir compasión por los extranjeros que sufren desgracias, pero esta vez definitivamente nos hemos topado con otro tipo de damnificados: JAPONESES!
Hay mucha gente que desconoce el milagro japonés, y los que lo conocemos sabemos que la actual situación de Japón es nada comparado con las condiciones en que quedó sumergido el país hace 60 años. Estos tipos no son de los que se llevan las manos al rostro y las dejan ahí por siglos, no; estas personas tienen una mentalidad diferente, no son partidarios de la ayuda extranjera (largo y difícil de explicar) y eso se refleja en un proceder independiente para salir de su bache y no esperando la presencia de samaritanos extranjeros.

Ya verán que lo increíble no será la solución al problema, sino la velocidad de recuperación de un país que sabe lo que es estar hasta el cuello de problemas. En verdad, estos tipos la ostia (un saludo a España).

domingo, 20 de marzo de 2011

La madurez, mi madurez

Cuantas veces hemos dicho/escuchado palabras como "madurez", "madurar", "maduro", "inmaduro"?
Cuantas veces hemos recurrido a este tipo de palabras para describir a una persona (o a nosotros mismos) que cuenta con un razonamiento o comportamiento ejemplar o tal vez inaceptable? Muchas.
A nivel personal, jamás me había sentado un momento a reflexionar si mi razonamiento y proceder son los de una persona madura o no. Otras personas ya han dedicado parte de su tiempo anteriormente a emitir juicios públicos y/o pivados al respecto, algunos positivos y otros tantos negativos, pero estas opiniones jamás han alterado mi ser por sí mismas.
En los últimos días este tema (entre otros) ha estado rondando mi cabeza, no al grado de clavarme en ello pero sí para dedicarle un poco de reflexión. Realmente soy una persona madura?
A nivel humano, la madurez se describe como la etapa de la vida a partir de la cual ya se cuenta con un sentido desarrollado de facilidad y naturalidad para obrar acertadamente.

Pero, este sentido se encuentra en mi?
La respuesta es SI y la respuesta es NO. Me explico:
El razonamiento y la experiencia que he adquirido a travez de mi vida me permiten diferenciar sin ningún problema la opción "madura" ante cualquier situación (creo), no hay ningún problema al respecto, la teoría es automática, lo interesante viene en la parte del proceder.
Proceder de forma madura, es algo que no es permanente en mi persona, que no se malentienda, ante asuntos serios mi proceder es serio (y frío), ahí mi madurez es mi aliada. Sin embargo, en asuntos que no tienen un mayor impacto, mi acitud suele ser inmadura, o como yo la llamo "confiada y arrogante".
Este proceder es como un tatuaje en mi persona (lo llevo a todos lados, está en mi cabeza y seguramente está remachado a ella), lo cual ha provocado que medio mundo lo note y se exprese de mí como unweyquesecomportacomoniñomalcriadoyquebuscallamarlaatención ... no me importa.

Google .. ah! ... adoro cuando arroja resultados lésbicos a búsquedas comunes como "madurez"


Porque no me importa?
Bueno, porque esta manera madura/inmadura de ser/proceder me ha traío una gran cantidad de emoción a mi vida, me ha permitido conocer gente increíble, adquirir conocimientos que de otro modo no hubiera adquirido y además me permite dormir como un tronco todas las noches.
Es algo complejo de definir solo con palabras, complejo incluso para mí, pero creo que la mejor manera de identificarlo es como una manera adolecente/adulta de comportarse.

Adolescente/adulto.
Aunque muchísima gente señala a la adolescencia como una de las más difíciles para el ser humano, en mi caso no lo fué, mi adolescencia estuvo llena de buenos momentos y jamás tuve problemas hormonales que me jodieran el día ni nada por el estilo, supongo que mucho deporte ayudó, pero aún sin eso creo que no hubiese habido complicaciones. He leído en mas de una ocasión que niños que son sometidos a una vida laboral dura durante su niñez/adolescencia provoca que la persona una vez adulta tienda a ser extricta en demasía o demasiado infantil, ninguno es mi caso, de algo que estoy seguro es que mi proceder no es infantil ni riguroso.
Entonces, procedo como adolescente? NO. Mi adelescencia fue la de una persona orgullosa y soberbia, esos días quedaron atrás, pero me queda claro que esos rasgos dejaron huella en mi persona, en donde ahora como adulto se derivaron en una forma "confiada y arrogante" de proceder.

Mi conclusión, es que aunque como persona suelo darle la seriedad correspondiente a situaciones que así lo requieran, mi naturaleza es la de un adolescente-adulto que (como cualquier persona) tiene buenos y malos días, sin embargo ninguno de esos días está carente de grandiosos momentos (la gran mayoría anónimos para el resto) que me brinda, lo que para muchos es una forma inmadura de pensar.

domingo, 13 de marzo de 2011


No acostumbro a hablar mal de la gente a escondidas suyas, en ocasiones hago una o dos bromas consecutivas sobre alguna situación en particular que involucró a alguien, pero es todo, hace mucho tiempo que dejó de ser divertido despotricar contra un ausente.
Sin embargo veo que a mucha gente (la mayoría) le resulta particularmente reconfortante hacer ver mal o hablar de la actitud o errores de las personas ausentes, no soy de los que ante estos comentarios entre a defender al atacado, ni siquiera procuro retirarme del lugar, tampoco es que me incomode o que me compadezca de la persona de la que se habla; se que de algún modo hago mal pero tampoco es que me importe demasiado.
Analizando mi proceder, creo que se debe a mi tonta mentalidad que cree que al resto de las personas (al igual que a mi) no les importa tampoco lo que se hable de ellas a su espalda, una tonta deducción sin fundamentos, whatever.

Al momento de redactar esta entrada leo un correo de un conocido (que seguramente leerá esto) que despotrica en contra de otro conocido que tenemos en común, no hay mucho que decir, el tipo seguramente se desahogó mientras redactaba y ahora debe estar orgulloso de su mail. Yo por mi parte, presiono el botón 'eliminar' mientras doy un trago a mi refrescante bebida, escribo una entrada y defino lo que haré el resto del día.

Por cierto, de algún modo terminé involucrado en un programa de promoción de valores en donde intervendré como facilitador, al saber que uno de primeros valores a impartir era la benedicencia, algo dentro de mi me hizo decir ¡a huevo!
Ya veía venir la clase de situaciones (muchas de ellas hilarantes) que verían mis ojos e incluso tenía preparadas un par de dinámicas cuando de pronto, por cuestiones propedéuticas terminó convirtiéndose en algo mucho mas light ¬¬
Maybe next time.